Arturo, el taxista

taxi-2014Ayer me subí a un taxi en la Ciudad de México para ir a casa de mis padres. En el primer semáforo en rojo, el conductor sacó un libro que hablaba de la historia de Noé y el arca. La verdad es que me llamó mucho la atención y le pregunté al conductor:
Disculpe, ¿usted es cristiano?
Así es – me respondió el taxista
¡Qué bien! – Me alegré mucho de saber que el conductor era cristiano, pero al mismo tiempo recordé que hay muchas personas que asisten a iglesias cristianas pero que aún no han tenido revelación de la cruz, así que comencé a hablar con él para saber «dónde» se encontraba.

Durante mi conversación supe que el conductor se llamaba Arturo y que asistía a una iglesia… comencé a hablarle sobre la eternidad y cuando le pregunté a dónde iría si muriera esa noche, me sorprendió su respuesta: «La verdad no sé dónde iría…» – me dijo Arturo.

Comencé a hablarle sobre los mandamientos y Arturo sabía que era culpable de haber quebrantado cada uno de ellos..

Arturo, ¿en el día del juicio dónde irán los culpables?
Al lago de fuego donde hay crujir de dientes – respondió con tristeza.

Algo que me sorprende es que cada vez que hay convicción de pecado, lo más probable es que también las personas sepan que van al infierno, ya que el Espíritu Santo no solo convence de pecado sino también de juicio.

Arturo, ¿y te preocupa?
La verdad estoy cambiando mucho y eso hace que me preocupe menos.

Esa respuesta fue una señal de alarma.. ya que muchas veces las personas saben que su pecado les condena e incluso se han arrepentido.. pero cometen el error de confiar que ellos mismos pueden cambiarse. En realidad eso es idolatría, ya que es pensar que nosotros tenemos más poder que Cristo y es ponernos a nosotros en el centro.

Comencé a explicarle a Arturo que nosotros no podemos cambiarnos.. que el cristianismo no se trata de «intentar» ser mejor, o de «mejorarnos» o de «cambiarnos».. sino de confiar completamente en lo que Cristo hizo por nosotros y darle a Cristo el control completo de nuestra vida.. entendiendo que Él es el único que puede darnos un corazón nuevo.

Arturo estaba muy sorprendido y aunque tenía la motivación correcta de «querer cambiar» y «agradar a Dios», había cometido el error de poner su confianza en él mismo.. entender que lo que Cristo hizo fue suficiente trajo una gran libertad sobre su vida.

Oramos juntos y comenzamos a darle gracias a Dios por haber enviado a Su Hijo a la tierra a morir por nosotros.

Te animo a que aproveches cada momento que tengas para compartir el mensaje de la cruz con otras personas.. es maravilloso ver el poder que tiene la cruz.. tal como Pablo dijo: No quiero saber nada más que Jesús y él crucificado. Porque nada más importa que lo que Cristo hizo por nosotros.. La cruz y resurrección de Cristo traen plenitud a nuestra vida y verdadera libertad.

4 comentarios en “Arturo, el taxista

  1. Yubini dijo:

    Dios te bendiga hermano sabes, mi computadora se arruinó y allí tenía la dirección de esta página y cuando se me venía a la mente todas las historias que cuentas a través de este blog me ponía algo triste, porque no podía seguir la continuidad de las mismas
    Pero ayer viendo mis notas encontré una porción de una historia que contaste sobre un joven que no escuchaba bien tenía malo un oído, que te estaba reparando un aparato eléctrico
    Y bueno pues copie esa parte y la puse en Google y efectivamente me tiro a tu página.
    Me siento muy alegre por eso Dios te siga usando hermano.

  2. Claudia Pino dijo:

    Hola Mauricio,
    Recien acabo de terminar tu libro Voces que claman! Muy bueno! Gracias!
    Tengo una duda sobre el taxista, quiere decir, que el «cree» en Jesus, pero sigue dudando? O que Dios es el quien lo va a juzgar? Por su pecado? No entendi. Perdon.
    Claudia

  3. Abigail dijo:

    No puedo parar de leer, Dios ha sido bueno, gracias a Dios que usa todos los medios incluyendo tu blog para hablarnos, realmente es una bendición. Bendiciones paisano ::D

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