La cosecha se acerca a Turquía

turquia1A pocas semanas de terminar nuestro tiempo en Turquía, hoy he tenido un encuentro muy especial con Ahmet (nombre en clave), un hombre que entró al local de la iglesia durante nuestra reunión semanal de alabanza. Esto es un resumen de lo que me ha dicho:

Cuando nací me hicieron musulmán, pero yo nunca elegí serlo. El Islam nos enseña que tenemos libertad para elegir cualquier creencia, pero si decides ser cristiano te matan. Yo no quiero seguir a Alah solo porque me enseñan a tenerle miedo. Yo quiero seguir a Dios porque verdaderamente le amo. Trabajo en las fuerzas aéreas y entrar en una iglesia cristiana podría significar perder mi trabajo, pero después de mucho tiempo de pensarlo, he decidido que no me importaría perder mi trabajo si conozco al Dios verdadero. Quiero conocer a Dios de verdad.  Sigue leyendo

Me estás poniendo muy nervioso

voces que clamanEsta tarde después de descansar un poco tras la comida, Brittney y yo queríamos salir a predicar a una plaza que está muy cerca de nuestra casa. Antes de salir le preguntamos al Espíritu Santo que nos mostrara con quién quería que compartiéramos y estas son tres cosas de algunas que nos mostró: un polo color verde limón, el nombre «Carmen» y vestido rojo. Sigue leyendo

Dos cosas que Cristo hizo y a la iglesia moderna se nos ha olvidado

Captura de pantalla 2014-01-12 a la(s) 19.50.25Esta tarde mientras leía el evangelio de Juan, un pasaje resonó muy fuerte en mi corazón:

Juan 7:37 «En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.»

La fiesta de los tabernáculos se celebraba en Judea, una región donde querían matar a Jesús (lo sabemos en el principio del capítulo 7 de Juan). El simple hecho de ir a Judea a la fiesta mostraba que Cristo no se dejó intimidar por los fariseos que querían matarle.

A la mitad de la fiesta, Jesús estuvo enseñando públicamente en la sinagoga (Juan 7:14). Pero en el último día, el más importante (Juan lo llama «el gran día de la fiesta»), Jesús hizo dos cosas que se nos ha olvidado a la iglesia moderna: ponernos en pie y alzar nuestras voces.

Este mundo nunca podrá beber el agua de vida si nosotros no dejamos de calentar nuestras bancas en las iglesias. Ponernos en pie significa salir a las calles, dar la cara, no quedarnos solo en nuestros locales. Alzar la voz significa dejar de vivir un cristianismo silencioso y proclamar públicamente que Cristo es el único que quita la sed.

Cristo nos dio ejemplo en todo. No se dejó vencer por el temor o la vergüenza. Él sabía que entre la gente había personas que querían matarle, pero también sabía que había muchos sedientos que necesitaban beber de Él. En nuestras ciudades hay miles de sedientos que no saben que Cristo es el agua que quita la sed. Se que cuesta vencer nuestro temor… requiere morir a nuestra comodidad el ponernos de pie y alzar nuestras voces.. pero por amor a este mundo, por amor a los sedientos, no vivas en silencio calentando las sillas de tu iglesia local.  Iglesia, te ruego que sigas el ejemplo de tu Rey,  sal a las calles y levanta tu voz.