Hace unos días, mi amiga Cristina me contó un testimonio de algo que le ocurrió el día que fue a repartir bocadillos en la calle. Realmente me impresionó ver un aspecto más del carácter de Dios, que nunca deja de sorprendernos con su poder y gracia. Le pedí que escribiera la historia para poder compartírosla.. así que aquí la tenéis, disfrutad:
«Cada quince días salgo con un grupo de mi iglesia local a repartir bocadillos y pasar tiempo con la gente que está viviendo en la calle. Estando a punto de salir por la puerta de mi casa, me quedé mirando el reloj… Aún me quedaba tiempo para hacer un par de bocatas, así que salí a comprar lo que necesitaba.
Cuando regrese a casa, mientras preparaba los cuatro bocadillos… me quedé mirándolos y con la mirada fija ahí, me vino un pensamiento: ¿Cómo haría Jesús para multiplicar los bocadillos? Jesús, ¿cómo lo hiciste cuando multiplicaste los panes y los peces?
Podría orar por mis bocadillos y pasarían dos cosas … que aparecieran cestas con panes y me diera un infarto allí mismo, o que no pasara nada y que me dijera a mí misma: “sabía que no iba a pasar..” Así que decidí no orar pero me fui con ese pensamiento: “¿Cómo lo hiciste, Jesús?”
Ya cuando estábamos en la calle repartiendo bocadillos, el líder del equipo y yo íbamos comentando lo bueno que estaba siendo que esa tarde había surgido la oportunidad de hablar de Dios con nuestros amigos de la calle. El líder del equipo me decía que hablar de Dios no le costaba tanto como orar por enfermos. Yo le conté el pensamiento que había tenido en mi casa acerca de la multiplicación de los bocadillos. No es que no creyera que Dios pueda multiplicar panes… pero ¿cómo? ¡¿Algo tan visible como multiplicar comida…?!
Más tarde nos fuimos a repartir bocadillos a Plaza Mayor. Era la segunda vez que yo iba a repartir allí, porque muchas veces se acaba la comida y no llegamos a ir. Pero sabía que habría mucha gente y que no llevábamos suficientes bocadillos para todos.
Estando allí, mientras estaba agachada con el termo sirviendo cafés me di cuenta que no quedaba más café y me puse de pie. Vi que un chico venía hacia mí. Era joven, y tenía buen aspecto, no podría ser alguien que viviera en la calle.
Se acercó y me dijo:
– “¿Estáis repartiendo bocatas?”
– “Sí” – respondí
– “Toma” – me dijo el chico
Fue lo único que dijo, “toma”, y se fue mientras dejaba en mis brazos una bolsa de basura grande, llena de bocadillos tipo restaurante!! Eran más grandes que los míos!
¡Estaba alucinando mirando la bolsa… De verdad, no me lo podía creer! Miro al líder del equipo y le digo: ¡¡¡Dios ha multiplicado mis panes!!! Pero no sólo eso. Miré a mi derecha y dos chicos a los que no había visto nunca, estaban repartiendo cafés.
Dios suplió en el momento justo. Cuando lo nuestro se había acabado, fue cuando todo “apareció”. Sigo sin poder explicar cómo Dios hace cosas como esta. Pero me asombra pensar en lo que hizo en esa tarde. Una oración tan simple, con una respuesta tan grande… Inigualable amor el de Dios.
Reblogueó esto en IGLESIA MANANTIAL DE VIDA CUENCA.
This is such a wonderful story! Thanks for sharing.
Alabado sea Jesucristo, mi amado Dios, el Santo, el Salvador de los hombres, el Señor del Universo.
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Querido Mauricio:
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Escribo esto por tu prédica de la semana pasada en amistad cristiana, donde hablaste de tu misión en Turquía. Admiro lo que haces y oraré por ti. La prédica en general fue muy buena, sólo que hubo un punto que hablaste de «adorar imágenes». En la Iglesia católica veneramos imágenes, no las adoramos. Por eso quiero explicar la diferencia entre adoración y veneración.
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Adorar significa considerar a Dios como Dios y rendirle el corazón.
Venerar es un acto por el que se quiere DAR HONRA a la figura representada en una imagen.
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Por ejemplo: el Jesús de Medinaceli es una talla de madera del ¿siglo XVII? que representa a Jesús y está en una Iglesia de Madrid. La estatua no es Dios, es estatua. SI CREÉIS QUE CONSIDERO QUE LA ESTATUA DE JESÚS DE MEDINACELI ES MI dios, ESTÁIS LOCOS. Representa a Jesús, pero NO ES Jesús. Si beso el pie de Jesús de Medinaceli, es porque si tuviese a Jesús de carne y hueso le besaría los pies…
Yo respeto que no tengáis imágenes. Sólo digo esto para que no nos juzguéis mal a los católicos.
Las imágenes más antiguas que se conservan son del siglo III d. C. (Casa Iglesia de Dura Europos, Catacumbas de Roma). En el imperio bizantino (cuyo capital, Constantinopla, estaba en la actual Turquía), se dio una época iconoclasta, con emperadores inconoclastas, donde se arrancaban los mosaicos y se destruían las imágenes. Después vino la calma, y en el Segundo Concilio de Nicea (s. VIII d. C.), respondiendo a la crisis iconoclasta, se dieron los primeros escritos importantes sobre el tema de la veneración de las imágenes. La veneración de imágenes curiosamente se da en la Iglesia cristiana católica, y en las Iglesias cristianas ortodoxas, separadas de la católica en el año 1054 por el cisma de oriente. Si vais a Constantinopla (creo que actualmente se llama Estambul), las Iglesias de Santa Sofía o San Salvador de Chora se encuentran preciosos mosaicos bizantinos que representan a Jesús, la Virgen, los santos y los ángeles. Son mosaicos medievales posteriores al segundo concilio de Nicea, porque esos países eran cristianos, pero cuando esas tierras la conquistaron los musulmanes turcos se impuso el islam.
Oración: Padre Santo, tenemos dos tradiciones distintas con respecto a las imágenes, la de las iglesias evangélicas o pentecostales como Amistad Cristiana, que rechazan las imágenes, o la de la Iglesia católica que veneran las imágenes. Padre Santo, Bueno y Maravilloso que estás en los Cielos, sabemos que Tú tienes toda la Verdad, así que te pedimos que para las personas que lean este escrito y para mí que nos muestres la verdad sobre el tema de las imágenes, yo estoy seguro de la enseñanza católica, pero no está de más pedirte luz para ambas partes, si yo cometo algún error, muéstramelo, si ellos están equivocados muéstraselo. Te lo pido Padre Santo, en el Nombre de Jesús, p.l.p.i.d.C.I.d.M. Gracias Padre, porque sé que todas mis oraciones las escuchas. Tú tienes tus tiempos. Bendito seas.
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Gracias por leerme hasta aquí. Dios os bendiga a todos:
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Javi
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Hola Javi, la Biblia no solo nos enseña a no adorar imagenes, también nos dice que no las «hagamos» ni las «honremos». Dios nos pide que no hagamos imagenes de lo que está en el cielo ni en la tierra ni en el mar. Ni inclinarnos a ellas ni honrarlas:
ÉXODO 20:4-5
4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;