Conversando con un marroquí

CristoDurante los años que he vivido en Madrid he podido hablar con algunos musulmanes pero nunca había tenido una conversación como la que tuve hoy con Abel, un chico marroquí de 20 años.

Abel nos ha escuchado predicar en la calle algunas veces y hoy, mientras iba a su trabajo, se detuvo a escucharnos predicar. Fue entonces cuando comencé a hablar con él.

La conversación que tuve con él es un poco larga y he querido transcribirla con el mayor detalle posible, así que te tomará algunos minutos leerlo, pero te animo a que llegues hasta el final de la conversación. ¡Es muy alentador!

Después de presentarme y preguntarle su nombre, le hice la siguiente pregunta:

Abel, ¿tú crees que si murieses hoy irías al cielo?
Sí, iré al cielo. – respondió Abel
¿Cómo estás tan seguro de qué entrarás al cielo?
Porque conozco a Dios. Todos iremos al cielo y luego seremos juzgados.

Nunca había escuchado el concepto de que seremos juzgados después de ir al cielo, pero ya que me había hablado del juicio, le dije:

– Tienes razón, todos seremos juzgados, pero el juicio es para saber si iremos al cielo o no. ¿Conoces las leyes por las cuales seremos juzgados en el juicio?– Sí, las conozco.

Le hablé acerca de dos mandamientos y me dijo que sería culpable por haberlos roto. Su cara cambió, había convicción de pecado sobre él.

– Abel, ¿a dónde irán los culpables en el día del juicio?
– Al infierno. – respondió sin dudar.
– ¿Te preocupa? – le pregunté.
– Sí, me preocupa. – respondió con timidez.
– ¿Qué pensarías de alguien que quisiera recibir tu castigo para que no vayas al infierno?
– ¿Quién podría hacerlo?

La pregunta de Abel me conmovió, sabía que algo en su corazón estaba siendo tocado. Le respondí:

– Abel, yo no podría pagar por ti. Yo soy culpable igual que tú. Tendría que ser alguien que nunca hubiera pecado, ni una sola vez, en toda su vida, alguien perfecto dispuesto a recibir tu castigo.– ¿Quién es? – Me preguntó nervioso, deseando escuchar el nombre de la persona que podría tomar su lugar.
– ¿Estás seguro que no sabes de quién hablo? – le pregunté
¿Jesucristo? – me respondió

El hecho de que supiera que estaba hablando de Cristo me dio mucho gozo.  Comencé a explicarle lo que Cristo hizo por él cuando murió en la cruz y cuando resucitó. Le hablé del arrepentimiento de pecados y de poner toda su confianza en Cristo.. y cómo Cristo era el único que podía salvarlo. Entonces me hizo la siguiente pregunta:

– ¿Por qué hay que pedírselo a Cristo y no a Dios?

Me quedé en blanco por un momento, no me esperaba su pregunta, pero tenía todo el derecho a preguntarse por qué le pedimos perdón a Cristo y no a Dios, ya nadie le había dicho que Cristo es Dios, entonces le dije:

– Cristo es Dios. Cristo es la imagen visible de Dios. Dios se hizo hombre para poder ocupar tu lugar. Dios pagó por tus pecados en la cruz. Como tú sabes, Abel, sangre es necesaria para  perdonar pecados, pero en la tierra no había nadie que tuviera sangre inocente que pudiera perdonar el pecado de los hombres.. por eso Dios vino a la tierra para dar su propia sangre por nosotros.

Abel estaba sorprendido. Me preguntó por qué estaba en la calle hablando de Cristo con las personas. Le conté mi testimonio y cómo Cristo es el único que pudo cambiar mi corazón de verdad y arrancar de raíz mi pecado. Entonces le pregunté:

– Abel, ¿quieres conocer a Cristo?

Después de pensarlo un par de segundos, me dijo: Sí, quiero conocerlo.

Abel, ¿me dejarías hacer una oración ahora y pedirle a Cristo que se revele a tu vida?
– Sí

Oré por él y algo en su espíritu fue tocado. Al terminar de orar me dio las gracias y se despidió para ir a su trabajo.

Esta conversación me impactó mucho y os pido que oréis por Abel. Creo que Dios quiere revelarse a él mucho más de lo que nosotros queremos, así que oremos que los ojos de Abel sean abiertos y pueda ver la luz y gloria del Rey Jesús. También aprovecha este tiempo para orar por la comunidad musulmana que vive en tu ciudad, intercede por ellos, pídele a Dios que traiga revelación de Cristo sobre ellos y que se rompa todo poder del Islam sobre sus vidas, en el nombre de Jesús.

5 comentarios en “Conversando con un marroquí

  1. Alabado sea Jesucristo, el Santo, el Señor del Universo, el Salvador de los hombres.
    Bendita sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Único Dios Verdadero.
    Querido Mauricio:
    La gracia y la paz de Dios contigo.
    Te escribo para mandarte el testimonio de Mario Joseph, era un imán musulmán, a los 8 años le metieron en una escuela coránica; pero de adulto, siendo imán de una mezquita, se convirtió al cristianismo católico, en una comunidad carismática de Kerala. (La Renovación Carismática en la India es fuerte, la Renovación Carismática es un movimiento dentro de la Iglesia católica donde se recibe el bautismo en el Espíritu Santo y se dan los carismas, don de lenguas, sanaciones, etc.) Mario Joseph, en concreto, tiene el don de sanación y el de interpretar lenguas. Hoy predica el evangelio. Su testimonio de conversión es este:

    Y escribió un libro narrándolo más detalladamente que en castellano se titula «Encontré a Cristo en el Corán», publicado por la editorial Libros Libres, donde relata su historia de conversión. Recordemos que es Indio y la mentalidad suya es muy distinta a la nuestra. Este libro no creo que lo encuentres en una librería convencional, pero lo puedes encontrar en librerías católicas. Cita el Corán en árabe y castellano. En la Calle Moratín, cerca de la librería evangélica Amor de Dios, hay una librería católica que se llama Códice; allí puedes encontrarlo. También en la Plaza Jacinto Benavente cerca de Kilómetro Cero, hay una librería católica (aunque se rumorea que los dueños actuales son masones, porque venden, entre el «stock» católico, algún libro de Nueva Era, lo cual rechina bastante), en esa librería también lo puedes encontrar.
    Dios te bendiga y te guíe en tu misión en Turquía. Oro por ti. En Cristo:
    Javier

  2. Te copio esto de una reseña del libro:
    .
    1) El Corán reconoce que Jesús nace de una mujer virgen, pero que Mahoma no (la tradición islámica conoce bien a los padres de Mahoma, Abdulá y Amina).

    2) El Corán reconoce que Jesús no pecó, no tenía pecado en él, mientras que recoge que Mahoma sí era pecador.

    3) En el Corán, Jesús es llamado el «Mesías», es decir, el Ungido, un título muy elevado que Mahoma no recibe.

    4) En el Corán Jesús es llamado «la Palabra de Dios», un título poderoso y elevado, que Mahoma no recibe.

    5) En el Corán se declara varias veces que Jesús hacía milagros, mientras que en este libro Mahoma no los hace.

    6) Jesús en el Corán es ascendido al Cielo con su cuerpo; cosa que el Corán no recoge acerca de Mahoma.

    Mario Joseph, cuando aún era imán musulmán y se llamaba Suleimán, sin conocer nada de Geisler y su exposición, ya había notado estos aspectos que le inquietaban.

    Y cuando preguntaba a sus maestros si eso no significaba que Jesús era más grande que Mahoma, quizá mucho más grande, ellos no sabían responder con razones. Pero Mario Joseph señala algunos detalles más.

    7) El nombre de Mahoma aparece en el Corán sólo 4 veces, bajo dos denominaciones: Ahmed y Mohammed. En cambio, Jesús es mencionado en el Corán con 4 títulos poderosos: Kalimathullahi (Palabra de Dios), Ruhullahi (Espíritu de Dios), Isá al-Masih (Jesús el Mesías) y, finalmente, Ibnu Mariam (hijo de María, título poderoso porque María es la más excelsa de las mujeres, protegida de Dios, modelo para todos, etc…)

    8) El capítulo 19 del Corán, titulado «María», canta excelencias asombrosas de Jesús que Mario no veía atribuidas en Mahoma, a saber:

    – Jesús es la Palabra de Dios
    – Jesús es el Espíritu de Dios
    – Habló desde su cuna (el bebé Jesús, casi recién nacido, explica a unos maledicentes que su madre no ha tenido trato con varón)
    – Dio vida a pájaros hechos de barro (historia que el Corán toma del evangelio apócrifo de Tomás, o de la Infancia, del siglo II).
    – Curó enfermedades incurables
    – Dio vida a los muertos
    – Es omnisciente
    – «Reveló todos los secretos»
    – «Ascendió al Cielo»
    – «Todavía está vivo»
    – «Cristo volverá a venir»
    .
    Copiado de aquí:
    http://www.es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/592/1514/articulo.php?id=59799

  3. PPD: Esta recitación de arriba de Catholic,net, es bastante torpe. El libro es mucho más bonito. Por ejemplo, en el libro, cuando estaba en la escuela coránica, (sin que nadie le hablase de Cristo), el hizo esta oración a Jesús -recuérdese que los musulmanes rezan a los santos, como los católicos- «Isá [que significa Jesús], hazme también un colaborador para expandir el reino de Alá en esta tierra». Mario Joseph identifica a Alá con Dios Padre. Años después se hizo cristiano…

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