Hoy es uno de estos días que me recuerdan que el reino está al alcance de nuestra mano. Al mediodía decidí que no quería que fuera un sábado más donde me quedaba en casa a descansar y pasar la tarde.. así que llamé a algunos amigos por si querían salir a orar por enfermos y predicar la cruz en la calle.

Quedamos a las 19:00 en la Plaza de Callao. No recordaba que a esa misma hora había un partido de futbol entre el  Madrid y el Barça, pero aún así la calle estaba llena de gente. La primer persona con la que hablamos fue Luis, un hombre de 75 años con artrosis.. tenía un dolor en su pierna con intensidad de 6 (en una escala del 1 al 10) y nos dejó orar por él. El dolor le bajó a un 4.. él nos decía que pensaba que se debía a que estaba sugestionándose.. entonces le preguntamos si podíamos orar por él una vez más para que viera que no era sugestión sino el poder de Cristo.. nos dijo que sí y el dolor se le fue completamente. Le dijimos que el único que puede reconciliarnos con Dios es Cristo.. estaba muy atento y nos dio las gracias por deternos a hablar con él.

Pocos minutos después conocimos a Flandes, un hombre español de apróximadamente 45 años.. tenía en la mano un brick de vino y parecía que estaba algo bebido. Sin embargo nos prestó mucha atención.. nos dijo que era cristiano y que asistía a una iglesia evangélica. Le comenzamos a preguntar acerca de su eternidad y dijo que iría al cielo. Le explicamos que Dios va a juzgarnos según sus mandamientos y le pregunté si nunca los había desobedecido.. entonces vino una tremenda convicción de pecado sobre él.. me dijo que le preocupaba el infierno. Le expliqué que Cristo es el único que podía pagar por él.. su corazón estaba quebrantándose.. le expliqué que beber alcohol no es malo, pero cuando el acohol se convierte en un dios y controla tu vida entonces sí es pecado porque es algo que amas más que a Dios. Flandes comenzó a orar para pedirle a Dios misericordia.. y entonces le pregunté si estaba dispuesto a tirar su brick de vino como si se tratara de un dios falso que va a derribar.. me sorprendió que enseguida me dijo que sí.. y fue a derramar todo el vino a una alcantarilla.. volvimos a orar por él , también por su salud, ya que su cuerpo tenía úlceras.. y su rostro se notaba con una luz que antes no tenía. No supimos si Flandes fue sanado físicamente o no, pero algo en él cambió.  Me llamó mucho la atención es que tenía un tatuaje en su mano que ponía «Javi». Flandes nos dio las gracias por haber orado por él y nos despedimos.

Estábamos muy impactados de lo que estaba ocurriendo.. solo había pasado media hora y habíamos visto el reino de Jesús tocar a dos personas. Caminamos un poco y vimos a un grupo de adolescentes fumando. Nos acercamos a ellos y me llamó la atención que uno se llamaba Javi.. tenía dolor de muelas muy fuerte, con intesidad de 10, y nos dejó orar por él. El dolor le bajó a cero. Comenzó a decir palabrotas cuando se dio cuenta que todo el dolor se había ido. No podía creerlo. Sabía que no podía dejar pasar la oportunidad de hablarle acerca de la cruz. Javi me confesó que tenía 16 años y que tenía mucho miedo a la muerte, sabía que iría al infierno. Le hablé de Cristo y le expliqué que Cristo era el único que podía perdonar sus pecados. Le expliqué muy detalladamente lo que significaba arrepentirse y poner su fe en Cristo.. Javi entendió el costo, ya que me dijo que era como estar dispuesto a morir por Jesús. Le pregunté si él estaba dispuesto a hacerlo y me dijo que sí. Entonces comenzó a entregar su vida a Cristo.. sabía que el costo no sería fácil pero sabía que Cristo era digno de entregarle todo. Uno de los amigos de Javi también estaba enfermo y oramos por él. Nos dijo que no podía saber si Dios lo había sanado hasta pasados unos días.

Lo sorprendente de nuestro encuentro con estos adolescentes es que ellos estaban en Callao por equivocación, se habían bajado en la estación de metro incorrecta y no sabían a dónde ir. Javi me dijo: creo que Dios nos ha traído aquí para encontrarnos con vosotros.

Yo estaba en las nubes.. ver el poder que tiene el evangelio en la vida de las personas es algo increíble.. no quiero vivir más sábados normales.. de hecho no quiero vivir más días normales.. el reino está al alcance de nuestra mano, podemos tocarlo cuando decidimos buscarlo.. cuando decidimos poner a Dios por encima de todo lo demás.

Te animo a que llames a un amigo y salgas a orar por gente y a predicar la cruz. Verás como te llena de gozo y lo mejor: el nombre de Cristo será levantado en tu ciudad. Nada se compara a vivir para Él.