Adán y Eva experimentaron vergüenza cuando desobedecieron a Dios. Por primera vez, el ser humano cayó de su posición de honor y lo primero que intentó hacer fue ocultarse de los ojos de Dios. La vergüenza es una consecuencia de nuestro pecado, normalmente acompañada de culpa.
¿Cuántas veces has sentido vergüenza cuando has cometido pecado? Es un sentimiento horrible, quieres esconderte debajo de las piedras o desaparecer. Me recuerda a la mujer que fue sorprendida en adulterio y que trajeron delante de Cristo. Su desnudez al descubierto, su pecado sacado a la luz y una multitud deseando apedrearla.
Lo más sorprendente es la respuesta de Cristo. En lugar de condenarla según lo establecido por la ley, le devolvió su identidad, restauró su honor y la levantó de la tremenda humillación que había experimentado.
«Ni yo te condeno, vete y no peques más». Las palabras que cambian la vergüenza de pecado por una vida que experimenta la gracia del Hijo de Dios.
El pecado trae vergüenza pero Cristo nos da identidad. Sigue las palabras de Jesús, no peques más, recibe la gracia que Cristo ofrece a todos aquellos que se arrepienten y levanta bien alto tu cabeza porque cuando Él nos perdona, la vergüenza no debe tener más lugar en nuestra vida.
Pregunta: ¿Por qué crees que la gracia de Cristo quita nuestra vergüenza?
El dedo de Dios:
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En el A. T. : «…18 Cuando el Señor terminó de hablar con Moisés, en la montaña del Sinaí, le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra ESCRITAS POR EL DEDO DE DIOS…» Éxodo 31, 18.
En el N. T. el pasaje de la mujer adúltera: «…4 dijeron a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. 5 Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?». 6 Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, COMENZÓ A ESCRIBIR EN EL SUELO CON EL DEDO».
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Dicen que lo que Jesús escribía en el suelo con el dedo era la ley de Dios… y luego los confronta «el que esté libre de pecado que le tire la primera piedra» y se marcharon todos… Se quedó Él sólo escribiendo. Bastante significativo, solo Dios (Jesús) cumple verdaderamente la ley porque carece de pecado…
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Leí por ahí que los judíos se acercaban a ver que escribía Jesús, veían un pasaje de la ley que habían vulnerado y se marchaban de allí avergonzados (pero esto ya sobrepasa el texto bíblico, es de una revelación privada).
Yo Amo a mi señor. padre mio te alabo.