Una de las reacciones más comunes cuando confrontas a alguien con los diez mandamientos es que inmediatamente te preguntan si tú también lo has hecho. Por ejemplo, les pregunto: «¿Cuándo Dios te juzgue sobre su mandamiento ‘no mentirás’, serás inocente o culpable?» y responden: «¿Y tú? ¿Tú nunca has mentido?»… Esto es muy común porque buscamos cualquier manera de justificar nuestro pecado y lo más fácil es culpar a otro.
Algunos evangelizadores me han dicho que se sienten culpables confrontando a las personas con la ley de Dios porque ellos también las han roto. Todos las hemos roto, las 10 leyes en su totalidad. Cuando evangelizamos no lo hacemos para decirle a las personas: «yo soy mejor que tú» sino para decirles: «yo he estado en el mismo lugar que tú, te comprendo y por eso quiero que sepas cómo salir de ahí, porque me importas».
Cuando me preguntan si yo también he roto las leyes de Dios, respondo con absoluta sinceridad y les digo que sí, que yo también he quebrantado los diez mandamientos. Esto no afecta el evangelismo sino que es positivo porque las personas se dan cuenta que nuestra actitud no es de juzgar a nadie sino de situarnos en la misma posición que ellos. Luego les animo a que sigan respondiendo a mis preguntas y que después podemos seguir hablando de mí si lo creen conveniente.
Recuerda que durante el evangelismo es esencial mantener una buena actitud y ser sincero. Lo más importante en el evangelismo personal es tener un corazón de compasión y amor por las personas. Nosotros somos los mensajeros y no los jueces. El Espíritu Santo es el que trae convicción de pecado y no nosotros.
Pregunta: ¿Cuál es tu mayor frustración en el evangelismo personal?
Nosotros somos mensajeros y no jueces…eso me gusta. Creo que la compasión me hace mantener eso en mente. El amor de Dios fluyendo en mi corazón diariamente me hace verles y me empuja a acercarme a ellos en la forma incambiable de la Bíblia, a través de la ley y gracia.
Me gusta tu blog, lo acabo de descubrir intentendo escribirle a Julie.
Un abrazo, Shirley.
P.D
¿has leído el libro: pasión por las almas?
Muchas gracias Shirley,
El libro que dices es el de Oswald J Smith? Le echaré un vistazo, muchas gracias!