Compro oro

Si has caminado alguna vez por la Puerta del Sol es muy probable que hayas visto a los hombre anuncio «compro oro». Con chaleco color amarillo fosforito, y en su mayoría dominicanos o colombianos, pasan todo el día en la plaza buscando personas que vendan o empeñen sus joyas.

Ayer, por primera vez, hablé con uno de ellos que había escuchado atentamente a uno de los predicadores de Kilómetro Cero, y sabía que era la oportunidad perfecta para conversar con él.  Me sorprendió que me dijera que era ateo ya que la mayoría de los latinoamericanos suelen tener algún tipo de creencia religiosa. Aún así, le dije que suponiendo que todo lo que había escuchado fuera real, si él iría al cielo. Me contestó que no. Después de confrontarlo con tres de los diez mandamientos, confesó que sería culpable. Cuando le pregunté a dónde irán los culpables, sin yo decirle nada, mi amigo ateo dijo: al infierno. Me quedé helado. El mismo hombre que antes decía no creer en nada, después de entrar bajo convicción de pecado, sabía que iría al infierno.

Esto me recordó que el Espíritu Santo no solo convence de pecado, también convence de juicio y por lo tanto, las personas que están bajo convicción de pecado genuina saben que irán al infierno. Es mucho mejor esperar a que la persona entre bajo esta convicción sobrenatural que viene de parte de Dios que intentar convencerlas con nuestras propias fuerzas.

Pregunta: ¿Alguna vez has visto a una persona bajo una convicción de pecado auténtica?

2 comentarios en “Compro oro

  1. Hfschubbkfvbjjb dijo:

    El también suponía, ya que tu le dijiste que era una suposición, lo que solamente hiciste fue darle un acercamiento a la ética.
    Si en realidad tuvo convicción de pecado, pues el te mintió al decirte que era ateo.

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